Muchos aún recuerdan la tragedia vivida en la Ciudad de México y alrededores por el terremoto de 1985. Los padres y abuelos de los jóvenes de la capital tuvieron que trabajar para levantar una enorme ciudad en desastre. Desgraciadamente, ahora es el turno de las nuevas generaciones en actuar como lo hiceron sus predecesores.
En pleno aniversario del desastre del 85, la CDMX volvió a temblar, al igual que Morelos y Puebla. El sismo fue de 7.1 grados escala de Richter. Este 19 de septiembre se vieron vidrios quebrar, calles abrirse y edificios caer. Afortunadamente, también vio a sus habitantes levantarse una vez más.
Aquéllos que residen en las zonas afectadas fueron rápidos en establecer centros de acopio y albergues. Los que no pudieron ayudar levantando pierdas los hicieron con transporte, víveres, medicamentos y material. Hasta las grandes marcas y empresas mexicanas e internacionales prestaron una mano.
En Internet han surgido muchas ilustraciones para apoyar a México, vía Twitter
El Ejército, la Marina y la Policía han salido a las calles a realizar su trabajo, pero también han sido miles y miles los voluntarios que han acudido al llamado. Apoyándose en las redes sociales, aplicaciones y herramientas disponibles, los ciudadanos han hecho lo posible por auxiliar a sus vecinos. Desde dar víveres, clasificar donativos, levantar escombros y hasta preparar comida para la comunidad, lo mejor de México ha salido a las calles a ayudar estos días.
La respuesta ha sido tal que inclusive en ciertos lados se ha pedido que el apoyo se limite a donativos, pues son demasiadas manos. Definitivamente es bueno que el problema sea que hay voluntarios de más. Con la intención de dar a conocer la increíble labor de los voluntarios del sismo del 2017, en Panda Ancha hemos recopilado las imágenes que más han sonado en la red.
En las zonas de derrumbe
Donde más acudió gente fue en los domicilios donde se reportaron edificios derrumbados. En conjunto con los expertos, se ha logrado rescatar a decenas de personas.
Un rescate exitoso, vía Twitter
El trabajo continuó al llegar la noche.
Todo par de manos fue importante, vía Twitter
El puño arriba es señal de silencio para escuchar si hay alguien atrapado, vía Twitter
Si no era gente, otros descubrimientos subían el ánimo.
Por supuesto, los Topos estuvieron presentes para ayudar, fotografía de Alejandra Leyva.
Jorge "Houston" (por su sudadera), o Jorge "el Civil", fue un voluntario que con su tamaño ayudó a rescatistas en el Colegio Enrique Rébsamen.
Y los que no podían levantar...
Como era de esperarse, para realizar los rescates de las personas atrapadas se requirió de gente capacitada. Sin embargo, eso no detuvo a todos los demás que buscaban apoyar. Fue común ver a decenas y decenas de personas formadas para agilizar la limpieza de los escombros.
Roca por roca, de mano en mano.
Las calles llenas de voluntarios.
#VamosMexico Enorme cadena humana ayuda a sacar escombros en San Gregorio, Xochimilco pic.twitter.com/ViWhemWYOp
— Manu Ureste (@ManuVPC) 21 de septiembre de 2017
Cadena humana de más de 2 mil personas traslada víveres; continúan trabajos en #CdMxhttps://t.co/cB9AUNjzWMpic.twitter.com/64JTHQuh7F
— Milenio.com (@Milenio) 20 de septiembre de 2017
No importó la lluvia
A pesar de que el clima no dio consuelo alguno, los valientes permanecieron con tal de mantener el refuerzo.
Perfecta ilustración de la perseverancia mexicana, fotografía de Alejandro Velázquez.
A pesar de todo, ayudando.
En centros de acopio y negocios locales
Muchos locales se prestaron para reunir lo necesario y canalizarlo a los centro de acopio más cercanos o a sus vecinos en Morelos y Puebla. Algunos ofrecían comida y bebida de forma gratuita a voluntarios, al igual que un lugar para descansar. Mientras, los organizadores recogían víveres o preparaban comida para compartir.
La comida llegó en cantidades enormes.
La UNAM también proporcionó una extraodrinaria cantidad de voluntarios, vía Televisa
Además de canalizar donativos, muchísimos se presentaron para preparar comida para los voluntarios. Decenas de personas prepararon gran cantidad de comida en casa para compartir con los que trabajaban.
En locales como Mexsi Boscu prepararon comida y canalizaron donativos, vía Twitter
Los tacos de Álvaro Obregón dieron algo de comer, vía Twitter
Muchas veces se tenía con qué ayudar, pero no cómo transportarlo. Para ello se ofrecieron múltiples conductores, motociclistas y ciclistas para llevar lo donado al lugar indicado.
Las bicicletas fueron especialmente útiles en las calles llenas de automóviles.
De vuelta casa
Al final del día y después de horas y horas de trabajo, varios de los hombres y mujeres tuvieron que tomar el tren a casa. Las redes sociales fueron rápidas en celebrarlos como héroes.
El sistema del metro fue gratuito durante estos días.
Lo bueno es que pudieron ir sentados.
Pronto un bien merecido descanso.
Sin embargo, muchos optaron por quedarse o llegaron a relevar en la noche. También los aplaudimos a ellos, quienes trabajaron hasta más no poder.
Seguro fue incómodo, así que estamos doblemente agradecidos.
Hay cansancio, pero esta mañana y toda la noche han continuado las labores de rescate en el multifamiliar colapsado en Tlalpan y Taxqueña pic.twitter.com/2aSoi5wWMx
— CIUDAD (@reformaciudad) 20 de septiembre de 2017
A la mexicana
Ante tanta tragedia y caos, los mexicanos siempre encontramos la manera de alivianar la situación. Para levantar los ánimos, la primer noche las brigadas se soltaron cantando.