Es indiscutible que la tecnología ha alcanzado grados de utilización que no se tenían previstos a corto plazo. La pandemia ha forzado a que se recurra a los múltiples instrumentos tecnológicos para no afectar más las actividades sociales.
Uno de los ámbitos donde más repercusiones ha tenido este fenómeno ha sido el de la educación, involucrando al personal docente, a los alumnos y los padres de familia.
En 2021, la empresa Defoe ha realizado una investigación al respecto, recabando información mediante encuestas a 1,600 hogares mexicanos. La primera gran conclusión señalada es que, en este contexto de pandemia, los alumnos emplean más tecnología en el desenvolvimiento de su educación y la asimilan con flexibles perspectivas.
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Leer artículoLos padres y las nuevas tecnologías para la educación
Hoy han cambiado las dinámicas habituales de la escuela y se han suprimido temporalmente los salones, los patios y demás lugares de esparcimiento. Esto ha llevado a que los nuevos elementos educativos del alumnado se limiten a una pantalla, un teclado y su conexión a internet.
Esta situación ha causado que cada familia juzgue positiva o negativamente la excesiva presencia de dispositivos tecnológicos en sus viviendas.
El estudio de Defoe expuso que el 60 % de los padres mexicanos avala el uso que se le está dando a la tecnología en el aprendizaje escolar. En este sentido, Luis Castillo, dueño de EducaLinkApp, señala que una correcta aplicación de las ventajas del cibermundo permite que los alumnos sean más proactivos y no simples receptores de información por parte de los docentes.
Sin embargo, un porcentaje similar de adultos manifestó que estas herramientas pueden representar serios peligros para los menores.
Imagen vía Depositphotos
Más de la mitad de los padres encuestados ha precisado que la edad idónea para que sus hijos comiencen a emplear dichas tecnologías es entre los 10 y 15 años de edad. No obstante, los padres más jóvenes (entre 18 a 24 años) expresan que el tiempo adecuado para que sus menores inicien su experiencia con las tecnologías es entre los 10 y 12 años.
De forma complementaria, el estudio recoge que una de cada dos familias encuestadas considera que no es del todo bueno que los niños vean libremente vídeos en YouTube. Asimismo, el 15 % de los padres aseveró que es bueno que sus hijos posean su propio smartphone, mientras que el 50 % lo calificó como negativo y el 30 % mantuvo una postura intermedia.
También se detalló que, en este tiempo de pandemia, el 35 % de los alumnos mexicanos estudia solo frente a las nuevas tecnologías, en tanto el 26 % de los infantes está bajo la tutela de algún adulto. Por otra parte, el 36 % de las familias ha asegurado que es difícil ayudar a sus hijos en el uso de los recursos tecnológicos. Solo el 14 % dice que resulta una experiencia entretenida.