El desarrollo de la Banda Ancha Móvil (BAM) y su adopción ha incrementado las oportunidades de conectarnos desde cualquier lugar y momento con ayuda de dispositivos móviles como teléfonos inteligentes y tablets e impactar en la manera en que realizamos trámites, pagamos servicios y también han mejorado el ejercicio del derecho a la información, la libre expresión, la educación e incluso son un factor importante para erradicar brechas de género.
En términos cuantitativos, la penetración de usuarios de BAM ha sido tal que, de acuerdo con números de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), al tercer trimestre de 2017 existían 69.2 millones de usuarios, es decir, 55.7% del total.
Adopción de BAM de acuerdo a Nivel Socioeconómico
No obstante, la adopción de este servicio no ha sido homogéneo en todos los estratos socioeconómicos, pues es posible observar una brecha considerable que limita a los sectores de la población más rezagados en términos de conectividad.
Así se distribuyen los usuarios de BAM de acuerdo a su NSE
Por ejemplo, en cuanto al nivel socioeconómico (NSE) A/B, 95 de cada 100 usuarios, es decir, 4.7 millones de personas, cuentan con este servicio. Mientras que el NSE C+ refleja una adopción de BAM equivalente al 84%, unos 9.9 millones de usuarios.
Por otro lado, los niveles C y C-, marcan una amplia diferencia de penetración respecto al NSE A/B de 24 y 34 puntos porcentuales respectivamente, por lo cual se deduce que en este NSE existen 19.5 millones de usuarios del servicio de BAM. Finalmente, en cuanto a los niveles D/E sólo 44%, cerca de 35.1 millones de personas, cuenta con el servicio de BAM.
Imagen vía Partido Pirata Chile
En cuanto a los usuarios del NSE D/E, por lo general su línea de telefonía se encuentra bajo el esquema de Prepago, en el que el costo de un megabyte es superior al de los usuarios de pospago. Así también, optan por el uso de redes WiFi o bien, consumir minutos y SMS que en la mayoría de los esquemas son ilimitados. Por otro lado, también enfrentan otro tipo de limitantes debido a que la tenencia de teléfonos inteligentes es menor al del promedio a nivel nacional.
Es por ellos que resulta necesario estimular el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones y condiciones que permitan un mercado competitivo, así como el impulso a una política de conectividad universal a fin de combatir la problemática que genera contar con casi la mitad de los mexicanos sin acceso a servicios de BAM.