Si se busca un mercado competitivo que abra paso a una conectividad universal, debe existir igualdad de condiciones para los diferentes competidores inmiscuidos en el negocio de las telecomunicaciones móviles.
Sin embargo, a nueve años de la definición e implementación de las medidas de regulación asimétrica en el sector telecom mexicano, sus efectos en la creación de un escenario competitivo justo ha sido escaso, sobre todo en lo que al segmento de telefonía y Banda Ancha Móvil se refiere.
¿De qué manera afecta esto a las principales compañías de México y a los usuarios? ¿Cómo se convierte dicho problema en una barrera para la conectividad universal? Descubre la respuesta a éstas y otras preguntas a continuación, con información de The CIU.
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Leer artículoTrayectoria de ganancias del AEP-T
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Al darle un vistazo al EBITDA (utilidad bruta de la empresa antes de la deducción de impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de las compañías de telecomunicaciones en suelo nacional (América Móvil, Grupo Televisa, AT&T, Telefónica, Megacable, Axtel y Totalplay), también se puede dimensionar la magnitud de los ingresos del AEP-T frente a sus competidores.
Asimismo, el análisis igualmente pone en evidencia el impacto de las medidas de regulación asimétrica en el mercado. Debido a lo anterior, los indicadores revelan que la estructura es casi la misma e incluso se ha inclinado en favor del AET-P, América Móvil, el cual registró una trayectoria ascendente en el último lustro.
Cuando se denominó AEP-T en marzo de 2014, América Móvil obtuvo un EBITDA trimestral de 30 mil 91 millones de pesos (mdp). Aunque en marzo de 2017 la suma decreció a en 20 mil 235 mdp y se posicionó más cerca de su competencia, a partir de este momento comenzó a ganar cada vez más terreno, como lo muestra el siguiente gráfico:
EBITDA de Principales Operadores de Telecomunicaciones
(Millones de pesos)
Gráfico elaborado por The CIU con base en información financiera de los Operadores
Por consecuencia, los datos arrojaron una tendencia ascendente de flujo operativo por tres años consecutivos, dado que de inicios de 2017 hasta finales de 2020 se vislumbró un crecimiento del 41.2%; es decir, se pasó de 20 mil 235 mdp a 28 mil 575 mdp: sólo 1,516 mdp menos que cuando la empresa se declaró preponderante.
Ahora bien, durante el 4T-2021 se alcanzó un máximo histórico cuando el EBITDA logró un incremento anual de 28.7%, ubicándose en 36 mil 787 mdp.
Por si fuera poco, en 2022 retomó su tendencia a la alza a largo plazo, pues en el primer al segundo trimestre pasó de 30 mil 305 mdp a 30 mil 978 mdp, mientras que para el tercero y cuarto registró 31 mil 250 mdp y 35 mil 212 mdp respectivamente. Éste último duplica los ingresos de sus competidores, equivalentes a 17 mil 363 mdp.
De tal modo, las cifras arriba referidas dan fe de una recuperación y repunte del EBITDA a niveles superiores incluso antes de la declaración de preponderancia y en posteriores revisiones. El resultado se traduce en un tropiezo para política regulatoria de preponderancia y sus medidas.
¿Cuáles son las consecuencias para la estructura del mercado?
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Las estadísticas indican que la instrumentación y el cumplimiento a destiempo y de manera parcial de las medidas de regulación asimétrica devinieron en la incapacidad para rebalancear la competencia efectiva y las ganancias de los operadores.
Por ello, las consecuencias van desde la afectación para expandir su infraestructura e incrementar las capacidades de sus redes, hasta mejorar la calidad de sus servicios. Y todo porque la definición, aplicación, modificación y adición de las medidas regulatorias ha comenzado un retroceso en la tendencia de reducción a lo largo de años recientes.
Así, se vuelve necesaria la actualización de dichas medidas a fin de estabilizar el terreno competitivo, puesto que la persistencia de ingresos excesivos del AET-P le brinda notorias ventajas y condiciones disímiles en comparación con las del resto de jugadores, de las cuales destacan:
- Mayor tenencia espectral
- Mejor desarrollo de infraestructura
- Acuerdos de exclusividad con fabricantes de equipos
Las ganancias del AEP-T son una merma para la competitividad
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Si se consideran los ingresos del AEP-T desde el primer trimestre de 2014 hasta el cuarto trimestre de 2022, las cifras arrojan un monto acumulado de 966.9 mil millones de pesos (mmp): un margen de 37.7%.
El otro lado de la moneda lo representan el resto de las compañías, quienes obtuvieron un agregado de 381.4 mmp, equivalente a un margen de 24.3%.
Si se apegara al margen promedio ponderado del mercado (32.6%), el AEP-T debería haber tenido un EBITDA de 837.2 mmp en el periodo referido. Los 129.7 mmp sobrantes se dividirían entre sus competidores, los cuales acumularían un total de $511.1 mmp tal y como se representa en el siguiente gráfico:
Escenarios del EBITDA: AEP-T y Competidores, 1T-2014 a 4T-2022
(Miles de millones de pesos)
Gráfico elaborado por The CIU con base en información financiera de los Operadores
Dicho con otras palabras, el AEP-T ha generado ganancias extraordinarias de a $129.7 mmp entre el 1T-2014 y el 4T-2022: prácticamente la mitad (51.5%) de los recursos necesarios para conectar a toda la población en México, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU por sus siglas en inglés).
Si el monto anterior se usara para expandir la conectividad del país, el progreso ya se encontraría a mitad del camino en tiempo o en inversión requerida para eliminar la brecha de conectividad. No obstante, la ausencia de un competencia justa propicia no sólo que América Móvil acapare los recursos, sino que además contenga sus inversiones.
Para dimensionar aún más la situación, el poder del Agente Económico Preponderante y la falta de competitividad provocan que los ingresos adicionales sean iguales a gestar dos operadores móviles nacionales y a dos operadores convergentes (telefonía, TV e internet fijas).
En conclusión
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La próxima revisión de la regulación asimétrica que llevará a cabo el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe prestar especial atención a indicadores distintos los relacionados con la contabilidad de usuarios sectoriales, como el EBITDA.
De no ser así, la ineficacia del marco regulatorio para nivelar las ganancias obtenidas por los operadores y gestar verdaderas condiciones para la competencia efectiva continuará beneficiando al AETP-T.