A casi una década de su implementación, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dará a conocer los resultados más recientes de la medición de la preponderancia en materia de telecomunicaciones relativa al agente económico preponderante (AEP-T), es decir, América Móvil y sus filiales: Telmex, Telnor y Telcel.
De acuerdo con cifras proporcionadas en estudios pasados, la compañía continúa acaparando la atención de los suscriptores a pesar de la aplicación y supervisión de la regulación asimétrica, cuyo objetivo es nivelar las condiciones del mercado para el resto de los operadores móviles. Conoce más detalles a continuación, con información de The Competitive Intelligence Unit (The CIU).
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Leer artículoMétricas de preponderancia en telecomunicaciones a 9 años de su creación
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En México, existen un sinfín de alternativas que ponen a disposición de las personas sus servicios en diversos campos de las telecomunicaciones, entre los cuales destacan telefonía móvil y fija, internet y televisión.
Algunas de las empresas que conforman el sector en territorio mexicano son izzi, Megacable, Total Play, Movistar, AT&T, etc. Sin embargo, solamente una ha logrado acaparar el mayor número de consumidores posible, consagrándose así como el AEP-T: América Móvil y sus subsidiarias Telmex, Telnor y Telcel.
Lo anterior no es para menos, pues el corporativo posee el 57.5% de los usuarios aztecas según las estadísticas reveladas por el IFT en diciembre de 2021. Las cifras son sólo 8.6% menores que cuando se declaró AEP-T en 2014, es decir, la reducción ha sido menor al 1% por año. De este modo, es posible aseverar que los mecanismos compensatorios no han funcionado según lo esperado.
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A lo ya mencionado es necesario añadirle los número recopilados por The CIU, los cuales revelan que en el segmento móvil el dominio del agente económico preponderante es incluso mayor, puesto que tiene bajo su poder al 59.6% del total de líneas registradas al tercer trimestre de 2022.
Por si no fuera suficiente, hay periodos en los que aumenta esta superioridad en lugar de decrecer, lo cual deja en evidencia la ineficacia del marco regulatorio para nivelar el terreno competitivo entre operadores.
Otras formas de medir la preponderancia
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Hasta el momento, únicamente se ha hablado del número de suscriptores para medir la preponderancia y huella de mercado del AEP-T.
Si bien dicho elemento es considerado por la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones como una de las métricas principales, también deben tomarse en cuenta otros factores, por ejemplo: ingresos, márgenes de ganancia y su ponderación al interior de subsegmentos de mercado.
Respecto a los ingresos, América Móvil genera 5.5 de cada 10 pesos que producen los operadores al proveer servicios de telecomunicaciones en México. Por supuesto, a mayores ganancias también incrementará el presupuesto de inversión para la mejora de redes y la adquisición de una porción más grande del espectro radioeléctrico.
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De igual manera, la primera revisión de preponderancia realizada en marzo de 2017 arrojó que la EBITDA (ganancias antes de gastos financieros) del AEP-T mostró una tendencia a la alza, la cual le permitió alcanzar los 31 mil 250 millones de pesos al 3T-2022: ¡casi cinco veces más en comparación con su competidor más cercano!
En adición, Telcel presenta un ARPU (ingresos promedio por usuario) de $168 MXN al mes dentro del segmento móvil, el más alto registrado por los participantes. Esto es el resultado de un consumo de servicios pospago superior al del resto de operadores, sin contar que posee el 62.1% del total de las líneas con mayor valor.
Por consecuencia, la compañía es la responsable del 70% de los ingresos del sector, porcentaje que únicamente se ha reducido un 3.8% durante todo el periodo de vigencia de la preponderancia.
En conclusión
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La tercera revisión de la regulación asimétrica aplicable al AEP-T está muy cerca. Por ello, el IFT tiene el deber de aplicar aceleradores en las medidas regulatorias que contrarresten efectivamente su peso y dominio desproporcionado en la industria.
De manera similar, es necesario que la institución no sólo considere el número de usuarios como único factor en su investigación, sino que también incluya todos los elementos mencionados anteriormente. Sólo así conseguirá evidenciar el verdadero peso y preponderancia del AEP-T en México.