Es fácil para aquel que no está demasiado metido en el mundo de las competiciones y el entorno de los casinos relacionar el póker con las películas de western y los duelos a muerte por hacer trampas, o referentes más actuales, donde las partidas se llevan a cabo en entornos mafiosos, donde tener habilidad para engañar es tan importante como saber las reglas.
Sin embargo, en la actualidad y en ambientes reglados, el juego está controlado y no existe posibilidad alguna de fraude. Los jugadores aplican las más variadas estrategias y técnicas, pero en ningún caso faltando a la honestidad. A día de hoy, nada queda de aquellos tiempos turbios y peligrosos, a día de hoy, el comportamiento ético, el juego limpio y el espíritu deportivo en la comunidad jugadora de póker está fuertemente establecido.
¿Qué es la ética en el póker?
El concepto ético en los emocionantes juegos de póker entró con fuerza a principios del siglo XX con la llegada, implantación, desarrollo y expansión de los casinos. Es en este entorno donde se establecen las primeras normas con obligación de cumplirlas, por lo que además de tener en cuenta la estrategia, la competencia, la habilidad, la astucia, la experiencia como pilares para ganar partidas, también habrá que ofrecer un juego limpio y contemplar la deportividad como parte inherente al juego.
En este sentido, cabría destacar los siguientes conceptos que debe incorporar el juego para poder entender la llamada ética del póker.
Esta ética se aprende dedicando mucho tiempo y jugando muchas partidas con diferentes jugadores. Para ello, recomendamos como expertos esta plataforma que cuenta con una comunidad de póker en línea de España y Portugal, con emocionantes juegos de póker con dinero real. Nuevos jugadores se suman diariamente, asegurando mesas adaptadas a tus gustos.
1. El juego limpio
Para que estos juegos de naipes, en sus muchas variantes, puedan portar el título de juego limpio, los participantes deberán cumplir con las reglas impuestas para cada mesa, ya sea en partidas en locales físicos o en las que se llevan a cabo en el entorno virtual de internet.
Por otro lado, y como cabe suponer, para practicar un juego limpio queda excluida y totalmente prohibida cualquier práctica antideportiva, tales como introducir cartas fuera del mazo usado, ocultar cartas de forma intencionada… y en engañar a los contrincantes o hacer algún tipo de trampa.
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2. El respeto a la mesa
Con el respeto a la mesa se quiere hacer entender que el jugador debe mantener siempre una postura de acatamiento a las normas de la mesa elegida, pero también a los compañeros y, por supuesto, al crupier o jefe de mesa y sus funciones. Y es que, aunque los oponentes se consideren enemigos en el juego a los que hay que vencer, no hay que olvidar nunca que se trata de un juego y el principal objetivo es pasarlo bien, disfrutar de la compañía y divertirse durante el tiempo dedicado a esta opción lúdica. En ningún caso, se deberá sentir odio, envidia o enfado por lo que van mostrando las cartas, ni por supuesto faltar el respeto durante el juego.
El crupier podrá expulsar de la partida a todo aquel que insulte o se burle y, en general, tenga una actitud negativa durante el desarrollo del juego. Por lo tanto, esta figura deberá ser la más respetada, su misión es la de supervisar el juego y controlar el proceso de cada partida, sus decisiones son firmes y habrá que acatarlas siempre, tratándolo con la máxima educación y cortesía.
3. La actitud deportiva
El respeto no solo se debe llevar a cabo cuando se está formando parte de una de las partidas que ofrecen los casinos dentro de la categoría póker, sino que también debe ser una actitud cuando no se está jugando. Además, este comportamiento tiene que extenderse al juego, independientemente si se realiza en locales físicos o en plataformas virtuales, ya que cada cual tendrá su propia percepción, valoración y preferencia por el póker online o en vivo.
En cualquiera de estas situaciones se deberán evitar las discusiones violentas, se aceptarán con deportividad las derrotas y las celebraciones, cuando se sucedan los éxitos, se realizarán con moderación, sin provocar la ira ajena. La modestia y el control son dos elementos fundamentales para el buen desarrollo de las partidas y que estas se lleven a cabo dentro de un espíritu deportivo positivo.
Conclusión sobre la ética en el póker
En definitiva, y para terminar este breve artículo sobre el buen comportamiento en las partidas de póker, hay que insistir en que los jugadores no deberán hacer ningún tipo de trampas, nada de engaños ni de manipulación, no se deberán esconder las cartas ni incluir ninguna adicional, marcarlas o trabajar en equipo para conseguir una ventaja que no sea legal.
Como norma general, cuando un jugador es cogido infraganti haciendo alguna ilegalidad, el casino podrá tomar medidas inmediatas como la expulsión del casino, la prohibición en futuras partidas y añadirlo a la lista negra de jugadores perniciosos.
Como cabe suponer, en la ética del póker también se incluye el respeto al turno de los jugadores, a esperar pacientemente la toma de decisiones, a la forma de apostar, de retirarse…