En días recientes, el Senado de la República sacó a la luz una iniciativa de remuneración compensatoria ligada a la Reforma a Ley Federal del Derecho de Autor, la cual pone en riesgo la conectividad universal. Su objetivo es indemnizar a los autores de contenidos audiovisuales por todas las veces en que los usuarios han realizado una copia o difundido sus materiales sin autorización.
De este modo, el gobierno pretende aumentar las tarifas a los fabricantes de dispositivos inteligentes. Pero, ¿por qué esto perjudicaría a los consumidores mexicanos? Te lo contamos a continuación, con datos de The CIU.
Imagen cortesía Depositphotos
Regulación compensatoria: una iniciativa anacrónica
¿Recuerdas cuándo fue la última vez que guardaste una serie o película y la divulgaste en algún canal virtual? Probablemente nunca o rara vez has realizado lo anterior, por lo menos no en los últimos años.
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Debido a la incursión de los servicios de streaming, los hábitos de consumo de las personas ya no son los mismos que los de hace más de una década, pues pagan mes con mes por el acceso a contenidos visuales, auditivos y audiovisuales en diversas plataformas como Spotify, Amazon Prime Video, Netflix, Universal Plus, Disney Plus y HBO Max.
Así, aumentó la reproducción legal y privada de este tipo de producciones, por lo que la iniciativa impulsada por el Senado en plena era analógica resulta anacrónica gracias a la creciente adopción del internet y al pago de licencias por el contenido disponible en la red.
De esta manera, dicha propuesta se une a otras igualmente inadecuadas e incluso ya desestimadas por el Congreso de la Unión, a través de las cuales las sociedades de gestión colectiva buscaban obtener recursos de los fabricantes o importadores de aparatos, dispositivos tecnológicos y similares que permitían la visualización ilegal de sus obras.
Regresividad del Canon
Los políticos suponen ingenuamente que los productores de smartphones, computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes, consolas de videojuegos, etc., serán los encargados de pagar la remuneración compensatoria sin perjudicar a los consumidores. Sin embargo, ¿es esto posible?
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De ser aprobada la reforma, no habrá manera de distinguir si el alza a los precios realmente se debe a los crecientes costos de producción y transporte o a la imposición del canon.
Por lo tanto, los más afectados serían los sectores de la población que cuentan con menos recursos, sobre todo si se considera la acelerada inflación y la crisis económica latente. De tal manera, la iniciativa devendría en un sobreprecio.
Además, según datos publicados por el Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones (IDET):
“Los consumidores en México tendrán que pagar, en su conjunto, entre $3.8 y $5.6 mil millones de pesos (mmp) anuales más por el sobreprecio que generará el canon por la adquisición de smartphones”.
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Por otra parte, la diminución en la adquisición resultará en pérdidas de entre $4.0 y $5.9 mmp en los ingresos anuales por la venta de equipos. Al mismo tiempo, el Bienestar del Consumidor se vería afectado en un rango de entre $48 y $109 millones de pesos, producto de la disminución en la tenencia de estos aparatos.
Tal escenario revertiría la recuperación documentada en la venta de celulares a finales del año pasado, además de perjudicar la creciente adopción y aprovechamiento de los dispositivos de conectividad necesarios para el cierre de la brecha digital y de las inequidades sociales.
A pesar de lo anterior, se espera que el Senado repruebe la propuesta de remuneración compensatoria al ir en contra de la realidad crítica de la economía mexicana y ser nociva para los usuarios.