Por primera vez, los científicos de la NASA identificaron el reciente componente de carbón en el espacio identificado como catión metilo en un sistema de estrellas jóven, con un disco protoplanetario conocido como d203-506, es decir, en una acumulación de materia alrededor de una estrella y a partir de la cual se pueden formar planetas.
Un equipo internacional de astrónomos usó el telescopio espacial James Webb para localizar el catión metilo a 1,350 años luz de distancia en la Nebulosa de Orión. Conoce las imágenes y entérate de los detalles de este interesante descubrimiento que ayudará a los científicos a entender cómo se desarrolló la vida en la Tierra y en otros rincones del universo.
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Leer artículoUna de las áreas que más ha fascinado a los astrónomos es el estudio de la química orgánica interestelar, es decir, aquella que contiene carbón.
La investigación en este campo continúa desarrollándose y el telescopio Webb favoreció al éxito del equipo de investigadores que hicieron este descubrimiento basado en la localización de una serie de líneas clave de emisión de CH3+, por su sensibilidad así como por su excepcional resolución espacial y espectral.
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Esta imagen tomada por la cámara de infrarrojo cercano del telescopio muestra una parte de la Nebulosa de Orión conocida como la Barra de Orión. En esta región, la intensa luz ultravioleta del Trapezium Cluster, ubicado en la esquina superior izquierda, interactúa con densas nubes moleculares. La energía de la radiación estelar está erosionando lentamente la Barra de Orión, y esto tiene un efecto profundo en las moléculas y la química de los discos protoplanetarios que se han formado alrededor de las estrellas recién nacidas aquí.
Un miembro del equipo científico que descubrió la molécula, Marie-Aline Martin-Drumel de la Universidad de Paris-Saclay en Francia, mencionó que:
"Esta detección no solo valida la increíble sensibilidad de Webb, sino que también confirma la importancia central postulada de CH3+ en la química interestelar".
Imagen vía NASA
Mientras que la estrella en d203-506 es una pequeña enana roja, el sistema es bombardeado por una fuerte luz ultravioleta (UV) de estrellas calientes, jóvenes y masivas cercanas. Los científicos creen que la mayoría de los discos de formación de planetas pasan por un período de radiación UV así de intensa, debido a que las estrellas tienden a formarse en grupos que a menudo incluyen estrellas masivas productoras de UV.
Aunque se esperaría que la radiación UV elimine las moléculas orgánicas complejas, el descubrimiento de CH3+ podría parecer un suceso extraordinario. El equipo de investigadores pronostica que la radiación UV sería una fuente de energía elemental para la formación de CH3+ el cual promueve reacciones químicas adicionales para construir moléculas de carbono más sofisticadas.
De acuerdo con los hallazgos del equipo internacional de astrónomos, estas moléculas que ven en d203-506 son relativamente diferentes de los discos protoplanetarios típicos. En particular, no pudieron detectar ningún signo de agua.
“Esto muestra claramente que la radiación ultravioleta puede cambiar por completo la química de un disco protoplanetario. En realidad, podría desempeñar un papel fundamental en las primeras etapas químicas de los orígenes de la vida”, explicó Olivier Berné, del Centro Nacional Francés de Investigación Científica en Toulouse, autor principal del estudio.
El estudio se publicó en un artículo de la revista Nature y como puedes ver, aún faltan muchos misterios por resolver en nuestro sistema solar, por lo que el telescopio espacial James Webb continuará su misión de observar mundos distantes en las estrellas para demostrar las estructuras y el origen de nuestro universo.