Pareciera que fue ayer cuando la pandemia mundial de COVID-19 comenzaba, con ello una nueva forma de vivir y consumir surgió para sobrellevar esta difícil época. Y aunque a esta situación nunca se acostumbra, es un hecho que nuevos patrones y hábitos de consumo en servicios digitales han llegado para quedarse.
Un poco más de un año ha pasado y ya ha habido una transformación digital a raíz de la pandemia, la necesidad de conectarse ha modificado, tanto el tiempo, como el tipo de actividad que realiza el internauta mexicano. Sobre todo en aquellos que deben mantener las actividades a distancia a través de recursos tecnológicos, como estudiantes, profesores y segmentos importantes para la fuerza laboral.
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Leer artículoEn este sentido han resultado herramientas fundamentales tanto los servicios de banda ancha fija como móvil para la conectividad de los mexicanos, para algunos funcionando como sustitutos y para otros como complemento para asegurar una conectividad de manera continua.
Según datos de The Competitive Intelligence Unit, estos son los patrones de hábitos y consumo que han aumentado durante este último año:
- Aumentó la realización de videollamadas 21% respecto a lo registrado durante 2019.
- La segunda actividad que más aumentó durante la pandemia fue la revisión de email con un 9%.
- Las actividades que más se realizan a través de internet son la mensajería instantánea y el uso de redes sociales las cuales registran un uso 80% y 76% entre los usuarios mexicanos.
- El uso de redes sociales aumentó 6% durante el año pasado.
- Se ha aumentado el tiempo de ocio, lo cual ha generado que se juegue más (+7%) y se observe contenido audiovisual (+4%).
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Entre las actividades que redujeron su proporción de uso entre los internautas móviles en México se encuentran:
- Actividades escolares (-7%)
- Actividades laborales (-6%)
La reducción de estas dos reflejan la sutitución del uso de internet móvil por el uso de banda ancha fija desde el hogar ante la inactividad escolar y laboral presencial.
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En México los usuarios de banda ancha fija aumentaron de manera acelerada al crecer 13.3% durante 2020, llegando a 22.3 millones de accesos, por otro lado las líneas móviles se han mantenido al alza y durante un año de crisis económica el ARPU y la proporción prepago y pospago se han mantenido estables.
Lo anterior confirma la relevancia de los servicios de banda ancha y la modificación en el uso de este recurso a raíz de los efectos del COVID-19 durante poco mas de un año que llevamos de pandemia.